Son asociaciones de fieles bajo un patronazgo religioso unidos por un fin piadoso o de ayuda mutua. Las cofradías de más vitalidad son actualmente las surgidas para dar solemnidad a las procesiones de Semana Santa (Ecce Homo, Santo Sepulcro y Nazareno), creadas todas ellas dentro del siglo XXI.
Las antiguas se fundamentaban en la necesidad de procurar sepultura y dignos oficiosa los cofrades muertos. La más popular era la conocida por Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, ya en funciones en el siglo XVII, que poseía sepultura propia a la antigua iglesia de San Pedro además de la desaparecida ermita de la calle del Bot. Entre las prácticas de piedad estaba la organización de los Rosarios de la Aurora y la celebración de culto a su ermita. Los cofrades estaban obligados a pagar la cuota anual acordada consistente en dos sueldos y seis en dinero, como se señala a la Visita del Arzobispo Mayoral en el año 1754. En iguales condiciones se encontraba la Cofradía del Santísimo Sacramento, que entre sus actividades se ocupaba de la organización de la fiesta del Corpus, además de la sepultura propia para sus afiliados. La de San Pedro no parece ser una cofradía en las condiciones que expresamos a las otras, sino que más bien debió de ser una Obrería a juzgar por la dedicación predilecta a actas de piedad.