En relación con la formación de los laicos, y en especial a las familias, pretendemos:

A. UN MAYOR CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE DIOS.

Con iniciativas propias y creativas que propicien un conocimiento mayor y una escucha más atenta de la Palabra de Dios; formar para ello, grupos de lectura orante y reflexión de la Palabra de Dios, como la Escuela de Formación Bíblico Pastoral San Pablo VI.

B. LA ACOGIDA DE LOS ALEJADOS Y EL IR A LOS LEJANOS.

Con actitudes e iniciativas que propicien la acogida de los alejados. Entre nosotros, muchos bautizados han perdido el sentido de la fe y de la pertenencia a la Iglesia; viven alejados, por múltiples y variadas causas, de la comunidad eclesial; nadie de nosotros puede permanecer insensible ante esta situación; es necesario un propósito constante de acercamiento a estos bautizados, inspirado en la actitud de acogida, comprensión y paciencia que tuvo Cristo, reflejo de la misericordia del Padre, con los alejados de su tiempo, la que tiene con cada uno de nosotros, pecadores. Ello lo pretendemos con los Grupos Emaus, de crecimiento en la fe.

ESCUELA DE FORMACIÓN BIBLICO PASTORAL S.PABLO VI

Heredada de las antiguas Escuela de Espiritualidad y Escuela de Teología, que formó a tantas generaciones de cristianos, nace con el deseo de acercar a la sensibilidad actual la espiritualidad cristiana que a lo largo de las épocas ha ido configurando la vida de la Iglesia y mostrando la acción oculta del espíritu en los corazones de los creyentes.

Viene funcionando con regularidad todos los martes, después de la eucaristía, a partir de las 20:30h hasta a las 21:30h, en el Centro Parroquial, impartiendo la formación el párroco.

Quiere responder al deseo creciente de muchas personas de profundizar en la vida cristiana, sobre todo en una espiritualidad adaptada a las circunstancias agitadas e interpeladoras de la sociedad actual. Son lecciones profundas de espiritualidad seguidas con todo interés por una cincuentena de personas.

El curso pasado se trataron cuestiones generales para una mejor comprensión de la Palabra de Dios. Muchas de ellas se recordarán de nuevo y se aplicarán ya al Nuevo Testamento, que centrará las explicaciones de este año: Los Evangelios, Marcos, Mateo, Juan; Lucas y los Hechos de los Apóstoles; las cartas de San Pablo y las otras cartas del Nuevo Testamento.

También pretende usar la Biblia, conocer su manejo, aprender un poco de historia bíblica… son elementos imprescindibles para acercarnos al mundo de la Biblia y disfrutar mucho más de su uso.

GRUPOS EMAUS

La comunión eclesial, ya presente y operante en la acción personal de cada uno, encuentra una manifestación específica en el actuar asociado de los fieles laicos; es decir, en la acción solidaria que ellos llevan a cabo participando responsablemente en la vida y misión de la Iglesia. La Biblia enseña que los cristianos deberían reunirse, no sólo para escuchar la palabra de Dios y comer el Pan de Vida, sino también en reuniones que sirvan para animarse unos a otros.

La parroquia ofrece la posibilidad de seguir formándose en la fe por medio de los Grupos EMAUS, y de sumar cristianos que se sientan alejados. Si bien, inicialmente se pensó una formación para grupos de matrimonio afines y amigos, en la práctica, se han ido sumando más personas a estos grupos, sin ser matrimonios.

Se trata de reuniones mensuales, que se realizan en las propias casas de los miembros del grupo o en el Centro Parroquial, muy participativas en las que todos intervienen. Son grupos abiertos a los que se pueden unir amistades de los participantes del grupo. Los grupos suelen ser de unos cinco matrimonios o entre 10 y 15 miembros.

Los once grupos que se han constituido de reflexión y estudio analizaran el trabajo de nuestra comunidad a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia y propondrán acciones de mejora para que en verdad nuestra Parroquia sea una gran familia de familias que responda al reto evangelizador que nuestro tiempo exige.

Todos los miembros del grupo se reúnen en oración el primer domingo de inicio de curso y después se hacen reuniones de seguimiento, a las que asiste un miembro de cada grupo con el coordinador  de grupos y el párroco.

En resumen, es un movimiento de laicos integrado por comunidades de familias para crecer en la fe y vivir el Evangelio. Se fundamenta en la convicción profunda de que la comunidad familiar, integrada en comunidades de familias, es un ambiente privilegiado donde el espíritu de Jesucristo Resucitado hace crecer y madurar la fe personal y comunitaria.